«El mundo se está convirtiendo en un lugar más oscuro para nosotros», dijeron los padres de dos hermanos australianos asesinados en México durante un presunto robo de auto.

En una emotiva declaración, Debra y Martin Robinson dijeron que sus hijos Callum, de 33 años, y Jake, de 30, eran “dos jóvenes que disfrutaban de su pasión” por el surf.

También lamentaron la pérdida del amigo de sus hijos, el estadounidense Jack Carter Rudd, de 30 años.

Se espera que un mexicano sea acusado de los tres asesinatos.

Ya ha sido acusado de «desaparición forzada» en relación con el presunto ataque.

Otro hombre y una mujer fueron arrestados bajo sospecha de participación. Aún no se han presentado cargos contra ellos.

Los tres amigos desaparecieron el 27 de abril mientras acampaban y practicaban surf cerca de Ensenada, lo que provocó una búsqueda desesperada que duró varios días.

El asunto terminó cuando sus cuerpos fueron encontrados arrojados en un pozo inclinado el viernes. Según las autoridades locales, cada hombre murió de un balazo en la cabeza.

Los funcionarios del estado de Baja California dijeron que los tres turistas probablemente murieron mientras intentaban detener el robo de las llantas de su camioneta. Agregaron que en el pozo también fue encontrado un cuarto cuerpo, pero permaneció allí por más tiempo y no tenía relación con el caso.

Después de viajar desde Perth para identificar los cuerpos de sus dos hijos en México, la señora Robinson dijo: «Ahora es el momento de devolverlos a sus familiares, amigos y a las olas del océano en Australia».

Luchando por contener las lágrimas, habló del orgullo de su familia por la vida que vivieron Callum y Jake.

Agregó que Callum vivía en los Estados Unidos y perseguía su sueño de convertirse en un jugador de lacrosse profesional, pero siempre encontraba tiempo para entrenar equipos juveniles.

«[He] «Era un personaje adorable y gigantesco… conocido como el Gran Koala».

Jake, el médico, era un «alma feliz, amable y compasiva».

Y añadió: «La pasión de Jake era el surf y no fue coincidencia que muchos de los hospitales en los que trabajaba estuvieran cerca de playas para practicar surf».

La pareja también agradeció a todos los que han apoyado a la familia desde la desaparición de sus hijos, incluidos amigos y funcionarios consulares.

«Sabemos que fueron realmente amados y tocaron las vidas de muchas personas», dijo la Sra. Robinson.

“Por favor, viva más grande, brille más y ame más fuerte en su memoria”.