La Nebulosa de Orión es una nube gigante de gas y polvo que abarca un área de más de 20.000 veces el tamaño de nuestro Sistema Solar. Es una de las regiones de formación de estrellas activas más cercanas a la Tierra y, por lo tanto, uno de los objetos observados y fotografiados con mayor frecuencia en el cielo nocturno. El venerable Telescopio Espacial Hubble se ha centrado en la Nebulosa de Orión varias veces, mirando las cavidades gigantes en el gas nebuloso, y en un momento, el Hubble capturó 520 imágenes para crear un mosaico gigante de esta nebulosa encantadora.
Ahora, Hubble ha capturado nuevas vistas de una región suave y colorida en la Nebulosa de Orión que rodea el objeto Herbig-Haro de HH 505.
Los objetos Herbig-Haro se pueden encontrar alrededor de estrellas recién nacidas, que son regiones brillantes que se forman después del colapso gravitatorio de las nubes de gas interestelar que forman las protoestrellas. Cuando se emiten vientos estelares o chorros de gas de estas estrellas jóvenes, se crean ondas de choque que chocan con el gas y el polvo cercanos a altas velocidades.
Los científicos de la Agencia Espacial Europea dicen que para HH 505, la estrella IX Ori es responsable de crear los flujos de salida que se muestran aquí. Esta estrella se encuentra en el borde de la Nebulosa de Orión, a unos 1.000 años luz de la Tierra. «Los flujos de salida en sí mismos son visibles como estructuras elegantemente curvadas en la parte superior e inferior de esta imagen», escribieron. «Su interacción con el flujo a gran escala de gas y polvo del núcleo de la nebulosa los distorsiona en curvas sinuosas».
Nuestra imagen principal fue capturada usando la Cámara Avanzada para Sondeos (ACS) del Hubble, por astrónomos que estudian las propiedades de los flujos de salida y los discos protoplanetarios. La imagen muestra ondas de choque brillantes formadas por flujos de salida, así como corrientes de material estelar de movimiento más lento. Una de las especialidades del Hubble es la observación ultravioleta, y dado que la Nebulosa de Orión está bañada por una intensa radiación ultravioleta de estrellas jóvenes y brillantes, esto permite a los astrónomos observar estos flujos de alta energía y aprender más sobre sus estructuras.
