El huracán Lydia se intensificó hasta convertirse en una gran tormenta de categoría 3 el martes mientras se dirigía hacia centros turísticos de playa en la costa del Pacífico de México, amenazando con inundaciones y deslizamientos de tierra, dijeron los meteorólogos.
En la ciudad costera de Puerto Vallarta, un destino popular para visitantes mexicanos y extranjeros, los dueños de tiendas taparon ventanas y apilaron sacos de arena en anticipación a las inundaciones.
Se suspendieron las escuelas en algunas zonas y se instó a los residentes a tomar las precauciones necesarias, como trasladarse a refugios temporales y mantenerse alejados del mar.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el personal de protección civil estaba en alerta y que unos 6.000 miembros de las fuerzas armadas habían sido desplegados para ayudar a los residentes.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos dijo que Lydia tenía vientos máximos sostenidos de aproximadamente 185 kilómetros (115 millas) por hora y que se esperaba que tocara tierra el martes por la noche o durante la noche.
El huracán se fortaleció hasta convertirse en un huracán de categoría 3, el tercero más alto en la escala Saffir-Simpson de cinco niveles, según el Centro Nacional de Huracanes.
Advirtió que se esperan vientos peligrosos y fuertes lluvias el martes por la tarde.
El informe dice que Lidia se encuentra a unas 155 millas al suroeste de Puerto Vallarta en el estado de Jalisco.
Según el Centro Nacional de Huracanes, se esperan hasta 12 pulgadas (30 cm) de lluvia en los estados de Nayarit, Sinaloa y Jalisco.
«Estas lluvias probablemente producirán inundaciones repentinas e inundaciones en zonas urbanas, además de posibles deslizamientos de tierra en zonas altas cercanas a la costa», advirtió.
Y añadió: «Se esperan tormentas peligrosas que causarán importantes inundaciones costeras cerca y al sur de donde el centro toca tierra. Cerca de la costa, las tormentas irán acompañadas de olas grandes y peligrosas».
Los huracanes azotan a México todos los años en sus costas del Pacífico y del Atlántico, generalmente entre mayo y noviembre.
La tormenta tropical Max mató esta semana a dos personas e inundó decenas de viviendas en el estado sureño de Guerrero, una de las regiones más pobres del país, dijeron las autoridades el martes.
Max tocó tierra el lunes, provocando que el río se inundara antes de disiparse.
El responsable de Protección Civil, Roberto Arroyo, dijo a la AFP por teléfono que un ganadero se ahogó mientras intentaba salvar su ganado y otra persona murió en un accidente de tráfico durante la tormenta.
En agosto, la tormenta Hillary, que alguna vez fue un huracán de categoría 4, causó una muerte y daños a la infraestructura cuando azotó el estado noroccidental de Baja California.
Los científicos han advertido que las tormentas se están volviendo más poderosas a medida que el mundo se calienta debido al cambio climático.
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