Los incendios forestales ardieron el sábado en el oeste de Turquía por tercer día consecutivo, exacerbados por los fuertes vientos y las altas temperaturas, dijeron las autoridades.

Según la Dirección de Gestión de Emergencias y Desastres de Turquía, durante la semana pasada se produjeron más de 130 incendios en todo el país. La mayoría de ellos fueron controlados, pero ocho grandes incendios continuaron en las provincias de Izmir, Aydın, Manisa, Karabük y Bolu.

Miles de bomberos participaron en la lucha contra los incendios en tierra y desde el aire, con decenas de aviones y cientos de vehículos participando para ayudar en la respuesta de emergencia.

El ministro de Agricultura y Silvicultura, Ibrahim Yumakli, que habló con los periodistas el sábado durante su gira por las provincias afectadas, dijo que miles de personas habían sido evacuadas de las zonas afectadas, pero no hubo informes de víctimas.

Yumacli citó la baja humedad, los fuertes vientos y las altas temperaturas como factores que agravan la situación. La Dirección General de Silvicultura advirtió a la población que no se encienda fuego en el exterior durante los próximos diez días debido a las condiciones climáticas en el oeste de Turquía, advirtiendo de un aumento del riesgo de incendios forestales en un 70%.

Mientras tanto, las autoridades detuvieron a cuatro personas en Bolu en relación con los incendios, arrestaron a dos de ellas y liberaron a otras dos.

En junio, un incendio se propagó por asentamientos en el sureste de Turquía, matando a 11 personas e hiriendo a decenas más que requirieron tratamiento médico.