En Sevilla, al sur de España, la empresa municipal de aguas ha introducido un proyecto piloto para producir electricidad utilizando metano a partir de naranjas fermentadas.
EMASESA, miembro de Aqua Publica Europe (Asociación Europea de Operadores Públicos de Agua), tiene como objetivo lograr la autosuficiencia energética en la EDAR (Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Cobre), que ya genera electricidad a partir de materia orgánica. El plan es deshacerse del exceso de electricidad para 2023.
«El proyecto se inició como resultado del interés de Emaseza en lograr la autosuficiencia energética en el proceso de tratamiento de aguas residuales urbanas», dijo Jamie Ballop, director general de la empresa.
EMASESA tiene como objetivo lograr el autoabastecimiento energético en la planta de tratamiento de aguas residuales de cobre
No solo una fruta de naranja
De esta manera, instalaciones como la planta de tratamiento de aguas residuales de 13 GW Cupro para 2020 alcanzarán casi un 95% de autosuficiencia, dijo el CEO. “Dada su capacidad de manejo, ubicación y nivel de tecnología, la planta de tratamiento de aguas residuales de Covero podría ser un importante centro ambiental”, dijo.
“El desafío actual al que se enfrenta EMASESA es conseguir que Koppero supere a otras plantas de tratamiento de aguas residuales frente a otras plantas de tratamiento de aguas residuales”, afirma, y añade que la tasa media de autosuficiencia de las cuatro plantas más grandes operadas por EMASESA es del 70%.
La ciudad recolecta 5.7 millones de kilogramos (126 millones de libras) de fruta depositada en la calle por 48,000 árboles en la ciudad durante el invierno, y genera 35 toneladas (39 toneladas) de energía limpia para alimentar la Corporación Edar Copero. El ayuntamiento emplea a unas 200 personas para recolectar fruta.
Luego, se pasan 35 toneladas de jugo de extracción para generar electricidad a través del biogás, mientras que la cáscara se fertiliza y se convierte en fertilizante para su uso en agricultura. En el proceso de purificación, la materia orgánica se estabiliza en las aguas residuales mediante digestión anaeróbica, que produce biogás rico en metano (65%), que se utiliza como combustible en los motores de cogeneración para generar electricidad, explicó Paul.
Se espera que la planta genere aproximadamente 1.500 kilovatios de electricidad, lo que equivale a consumir 150 hogares. Para lograrlo, la ciudad necesitará una inversión de 250.000 (10.310.000).
Las pruebas producirán 1.000 kilovatios y 50 kilovatios, suficiente para alimentar cinco hogares al día. Si todas las naranjas de la ciudad se reciclaran y se volvieran a poner, se podría proporcionar electricidad a 73.000 hogares.
La región produce alrededor de 15.000 toneladas de naranjas, pero la mayor parte de la fruta de la región se exporta al Reino Unido, donde se produce en circunstancias misteriosas.
Naranja para la economía redonda
Sevilla también ha puesto en marcha un sistema de recogida de residuos orgánicos puesto en marcha por Container, empresa de gestión de residuos urbanos, con 340 contenedores instalados en la ciudad y 340.000 tarjetas electrónicas emitidas al público.
El representante del alcalde, DW, dijo que la ciudad tiene como objetivo recolectar desechos biológicos seleccionados, aumentar la tasa de reciclaje, aumentar la conciencia pública sobre la gestión de desechos y enviar menos desechos a los vertederos.
Este proceso consume alrededor del 65% de la energía del ciclo del agua urbana. Palop dijo que lograr la autosuficiencia en las plantas de tratamiento de aguas residuales es un paso claro hacia la mitigación de los efectos del cambio climático.
Sevilla recoge 5,7 millones de kilogramos de fruta de las calles con 48.000 árboles
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España ha presentado planes para convertir todo su sistema eléctrico a fuentes completamente renovables para 2050.
Según el proyecto de ley de cambio climático y cambio energético del país, las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirán en un 90% desde el nivel de 1990.
“EMASESA está desarrollando una guía para incentivar a otras empresas del sector del agua a incrementar la producción de gas codificando los residuos orgánicos y duplicando esta actividad en otras empresas y ciudades”, dijo Palop.