MADRID (Reuters) – El gobierno español planea gastar 2.190 millones de euros (2.400 millones de dólares) en nuevos suministros de agua, subsidios y ayuda directa a los agricultores para aliviar una sequía prolongada y cada vez peor que, según dicen, ha diezmado la producción de arroz, cereales y aceitunas. .
La ministra de Medio Ambiente, Teresa Ribera, dijo el jueves que su ministerio gastará 1.400 millones de euros para construir nuevas infraestructuras, como plantas de desalinización, duplicar la reutilización del agua urbana y reducir las tasas y tarifas en las granjas afectadas.
No dio un cronograma de cuándo estarían listas las plantas.
El Ministerio de Agricultura aportará 784 millones de euros adicionales para apoyar la producción agrícola en un país que es el principal exportador de frutas y hortalizas de Europa y para aliviar la carga de los agricultores debido a la sequía y los altos costes.
«España es un país que está acostumbrado a sufrir sequías, pero como consecuencia del cambio climático estamos viendo un impacto mucho mayor, con eventos más frecuentes e intensos para los que debemos prepararnos», dijo Ribera a los periodistas.
El paquete también incluye la prohibición de algunos trabajos al aire libre durante condiciones de calor extremo entre mediados de junio y mediados de septiembre, mientras el país intenta adaptarse a los efectos del cambio climático.
España ha estado experimentando una sequía prolongada, con el año más seco desde que comenzaron los registros en los primeros cuatro meses de 2023.
Hoy jueves, la Asociación de Agricultores aseguró que la falta de lluvias afecta al 80% de los cultivos y provoca pérdidas irreversibles en más de 5 millones de hectáreas de cultivos de cereales dependientes de las lluvias.
El Comité de Agricultura dijo que con menos de la mitad del promedio de precipitaciones en los primeros cuatro meses de 2023, según datos oficiales, las cosechas de trigo y cebada en la mayor parte del país se han perdido.
El cultivo del arroz se abandonará en Andalucía donde tradicionalmente ha predominado, mientras que la viabilidad de los árboles frutales en Andalucía, Murcia, Valencia y Cataluña se ve gravemente amenazada y muchos agricultores tendrán que arrancarlos.
La Comisión de Agricultura también ha advertido de que en la provincia sureña de Jaén, con más de una quinta parte de la producción mundial de aceite de oliva en un año normal, este otoño solo se producirá el 20% de la cosecha normal.
Las medidas fueron aprobadas antes de la campaña por las votaciones autonómicas y locales, previas a las elecciones generales previstas para fin de año.
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Información de Inti Landauro; Escrito por David Latona. Editado por André Khalil
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