El Gobierno del PSOE-Podemos de España aprueba una ley laboral antiobrera

El gobierno de coalición Socialista-Podemos aprobó la reaccionaria ley antiobrera. Fue diseñado por sindicatos, grandes empresas y el Ministerio de Trabajo liderado por Podemos; bajo la supervisión de la Unión Europea (UE); Pasó gracias al apoyo parlamentario de los partidos de derecha y recibió la bendición de la aristocracia financiera en España.

La reforma continúa con la reforma aprobada por el derechista Partido Popular en 2012, el ataque más severo contra los trabajadores españoles desde el final de la dictadura fascista de Francisco Franco en 1978.

La reforma del PP hizo que España se convirtiera en uno de los países de la UE con más contratos temporales. Esto ha llevado a la destrucción masiva de empleos, recortes salariales y cientos de miles de jóvenes que abandonan el país en busca de trabajo en otros lugares. Después de la crisis económica mundial de 2008, el objetivo claro era reducir los salarios y, por lo tanto, aumentar las exportaciones para aumentar las ganancias de la clase dominante.

El primer ministro español, Pedro Sánchez (PSOE), segundo desde la izquierda, pasa junto al líder de Podemos, Pablo Iglesias, segundo a la derecha, y la viceprimera ministra Carmen Calvo, a la izquierda, en el Palacio de la Moncloa en Madrid, España, el martes 14 de enero de 2020. Crédito de la imagen : Foto AP / Manu Fernández)

La nueva ley respalda efectivamente la reforma del Partido Popular. Pese a los intentos de Podemos, el PSOE y los medios liberales se aman El Paisy eldiario.es y publico, para comercializar la nueva reforma como «progresista», lo cierto es que se mantienen aspectos clave de la Ley del PP de 2012. Éstas incluyen:

  • Reducir la indemnización por despido improcedente de 45 a 33 días por año por un período máximo de 24 meses en lugar de los 42 meses anteriores;
  • La capacidad de despedir a los trabajadores una vez que se reclamen las pérdidas esperadas en el futuro;
  • Los despidos colectivos se simplifican con los expedientes de reorganización laboral (ERE). Estos ya no requieren autorización administrativa, y las empresas han despedido a decenas de miles de trabajadores mediante ERE;
  • La capacidad de los empleadores para reducir salarios, ajustar horarios y cambiar el lugar de trabajo de los empleados o las descripciones de puestos alegando «razones económicas, técnicas, organizativas o de producción».
  • La capacidad de los empleadores para retirarse de los convenios colectivos.
  • La capacidad de los empleadores de cobrar horas extras a los trabajadores contratados a tiempo parcial, un mecanismo que facilita la explotación, el fraude y la inestabilidad.

La continuidad de la Reforma Laboral es tal que Mariano Rajoy, el presidente del Gobierno de derecha que supervisó la ley, dijo al periódico conservador ABC que el SWP y Podemos «dejaron la Reforma Laboral como estaba».

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