Ahora que España entra en su segundo mes de bloqueo, se han aliviado algunas restricciones, lo que permite que aquellos que no pueden trabajar desde casa, como los de las industrias de la construcción y la fabricación, puedan volver a trabajar.
Sin embargo, las tiendas, bares, restaurantes y otros negocios considerados no esenciales permanecen cerrados.
España ha sido uno de los países más afectados por la pandemia de coronavirus, con más de 169.000 casos confirmados hasta el momento, el más alto de Europa y el segundo después de Estados Unidos, según cifras publicadas por la Universidad Johns Hopkins.
El país ha registrado un total de más de 17.400 muertes. El lunes registró el segundo aumento diario más bajo de muertes en tres semanas: 517 muertes en las últimas 24 horas.
Aterrizaje cauteloso
Pero el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió que el retorno de la nación a la vida normal sería «progresivo», destacando que la reanudación de la actividad normal se produciría por etapas y vendría acompañada de medidas de higiene, gestiones para monitorear nuevos casos y prevenir mayores contagios.
«Ni siquiera podemos saber a qué tipo de vida normal estamos volviendo», dijo la semana pasada.
Durante el fin de semana, el gobierno anunció que la policía comenzaría a distribuir 10 millones de máscaras protectoras en las estaciones de metro y otros centros de transporte, al tiempo que enfatizó las directivas sobre el distanciamiento social y el lavado de manos regular.
El gobierno central español ha distribuido un millón de kits de prueba de coronavirus en todo el país, y se enviarán otros cinco millones en los próximos días y semanas.
«La escalada ha sido difícil y el aterrizaje también será difícil», dijo Sánchez al Parlamento la semana pasada, y el país extendió el estado de emergencia hasta el 26 de abril. Sánchez advirtió que es posible que las restricciones deban ampliarse aún más.
‘Irresponsable e imprudente’
Sin embargo, la flexibilización de las restricciones ha causado preocupación en algunos sectores.
La Confederación General de Trabajadores de España ha expresado su preocupación por la seguridad de quienes regresan al trabajo. El sindicato, que tiene 940.000 miembros, según su sitio web, ha pedido a los empleadores que asuman la responsabilidad de proporcionar equipos de protección personal a sus empleados.
España es uno de varios países europeos que se preparan con cautela para aliviar las restricciones.
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