Los efectos del cambio climático, especialmente los fenómenos meteorológicos extremos, aumentarán la probabilidad de que se pierdan las cosechas en el futuro. Como tal, la necesidad de desarrollar cultivos resilientes al clima que aumenten la eficiencia agrícola y mantengan el uso sostenible de la tierra es fundamental para la seguridad alimentaria. La agricultura de conservación, incluidas prácticas como la labranza reducida, la cobertura continua y la rotación de cultivos, proporciona la base para proteger los sistemas agrícolas. Para apoyar la adopción generalizada de estas prácticas, serán necesarios avances tecnológicos a través de avances en maquinaria, automatización, genética avanzada y biotecnología. Aquí revisamos enfoques que integran la biotecnología y nuevas técnicas de mejoramiento para proteger el cultivo dentro de un marco de conservación para acelerar la intensificación sostenible. Al diseñar cultivos para que funcionen en configuraciones agronómicas óptimas, mejorar los sistemas de rotación de cultivos y la gestión inteligente de los nutrientes del suelo, podemos cultivar más con menos.
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