El presidente Ndayishimiye acusa a Ruanda de apoyar al grupo armado Rojo Tabara con base en la República Democrática del Congo contra su gobierno.
Burundi decidió cerrar su frontera con el país de África Oriental, dijo el gobierno de Ruanda, semanas después de que su presidente Kigali fuera acusado de acoger a un grupo rebelde.
A finales de diciembre, el presidente de Burundi, Evariste Ndayishimiye, acusó a Ruanda de albergar y entrenar al grupo rebelde Tabara Rojo, que se atribuyó la responsabilidad de un ataque cerca de la frontera occidental de Burundi con la República Democrática del Congo. Ruanda rechazó sus afirmaciones.
Un portavoz de Ruanda afirmó el jueves que el Gobierno se enteró del cierre de las fronteras de Burundi a través de informes de los medios de comunicación, añadiendo que violaba los principios del bloque regional al que pertenecen los dos países.
«Esta desafortunada decisión restringirá la libre circulación de personas y bienes entre los dos países y violará los principios de cooperación e integración regional de la Comunidad de África Oriental», afirmó Yolande Makolo.
Los medios locales citaron al ministro del Interior de Burundi, Martin Nitertsi, diciendo el jueves: «Hoy cerramos las fronteras y quien vaya allí no pasará».
Burundi dijo que el ataque de diciembre mató a 20 personas, mientras que Red Tabara dijo en la plataforma de redes sociales X que nueve soldados y un oficial de policía murieron.
Red Tabara ha estado luchando contra el gobierno de Burundi desde sus bases en el este de la República Democrática del Congo desde 2015.
Divisiones regionales
Las relaciones entre algunos países de la Comunidad de África Oriental –que también incluye a Uganda, Kenia, Tanzania, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo y Somalia– han sido frías durante años.
Uganda y Ruanda han reabierto sus puestos fronterizos después de un cierre de tres años por la afirmación de Kigali de que Kampala está apoyando a los disidentes para derrocar al gobierno de Ruanda.
La República Democrática del Congo ha acusado repetidamente a Ruanda de apoyar al grupo armado M23, desplazando a millones de congoleños. En el período de 2022 a 2023, la Comunidad de África Oriental desplegó soldados para luchar contra el grupo y decenas de otros grupos que operaban en el segundo país más grande de África por superficie, pero los soldados ruandeses quedaron excluidos.
Expertos de la ONU y de la Unión Europea también han señalado pruebas del apoyo de Kigali al Movimiento 23 de Marzo, pero Kigali niega las acusaciones. Los esfuerzos angoleños por mediar entre la República Democrática del Congo y Ruanda han fracasado.
En diciembre, el presidente Felix Tshisekedi de la República Democrática del Congo exacerbó la situación durante una pausa en la campaña electoral.
«Estoy cansado de las invasiones y de los rebeldes del M23 apoyados por Kigali», dijo Tshisekedi. “Si soy reelegido y Ruanda continúa… pediré al Parlamento y al Congreso que permitan una declaración de guerra. Caminaremos hacia Kigali. «Dígale a Kagame que los días de jugar con los líderes congoleños han terminado».
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