Según un nuevo estudio, a medida que la población envejece, ha surgido un subtipo clínico distinto de dermatitis atópica (EA) entre los adultos mayores. Este tipo de enfermedad de Alzheimer presenta desafíos únicos para los médicos debido a afecciones cutáneas con picazón concurrentes y enfermedades sistémicas subyacentes que son comunes en este grupo de edad. Los investigadores compartieron una visión general de la epidemiología, las características clínicas, el diagnóstico y los tratamientos actuales y emergentes para la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores, proporcionando información valiosa para los dermatólogos.1
Prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en los ancianos
En los últimos años se ha observado un marcado aumento en la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer en personas de 60 años o más. A diferencia de otros grupos de edad, la enfermedad de Alzheimer en los ancianos tiene manifestaciones clínicas distintas, lo que requiere enfoques especializados para el diagnóstico y el tratamiento. Se dispone de datos epidemiológicos limitados, pero las tasas de prevalencia oscilan entre el 1% y el 4%, lo que destaca la necesidad de realizar más investigaciones en esta área.
Patogenia de enfermedades complejas en ancianos.
La patogénesis de la enfermedad de Alzheimer en los ancianos está complejamente relacionada con la disfunción de la barrera cutánea, la inflamación crónica y el prurito crónico. La piel envejecida sufre cambios que la hacen más susceptible al daño y menos capaz de reparar la barrera. La inflamación crónica, a menudo denominada «inflamación senil», empeora la afección. La picazón, un síntoma común en los pacientes ancianos con Alzheimer, a menudo se asocia con la piel seca, lo que destaca la importancia del mantenimiento de la barrera.
Características clínicas y desafíos diagnósticos.
La enfermedad de Alzheimer se presenta en los ancianos con manifestaciones clínicas específicas, incluido el «signo inverso», en el que aparecen lesiones similares a líquenes en los lados extendidos de los codos y las rodillas. Sin embargo, el diagnóstico se complica por la presencia de otras enfermedades cutáneas pruriginosas y afecciones sistémicas concurrentes, que pueden imitar los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. La falta de criterios diagnósticos específicos para la EA de edad avanzada complica aún más el proceso. El uso de puntos de diagnóstico adicionales, como antecedentes personales y familiares de enfermedades atópicas y niveles elevados de IgE, puede ayudar a realizar un diagnóstico preciso.
Tratamientos básicos para la enfermedad de Alzheimer en personas mayores
Los tratamientos básicos constituyen la base para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer en personas mayores. Los humectantes y emolientes desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de la barrera cutánea, dada la tendencia a la disfunción de la barrera en la piel envejecida. Además, las medidas antiinflamatorias, incluidos los corticosteroides tópicos, los inhibidores de la calcineurina y los inhibidores de la PDE4, ayudan a controlar la inflamación y aliviar los síntomas.
Terapias sistémicas: equilibrio entre eficacia y seguridad
Los tratamientos sistémicos se vuelven necesarios cuando los métodos básicos son insuficientes. Sin embargo, se deben tener en cuenta las características únicas de los adultos mayores, incluida la movilidad reducida y las posibles comorbilidades. Las terapias sistémicas convencionales, como los corticosteroides y los inmunosupresores, proporcionan una eficacia razonable pero presentan desafíos en términos de tolerabilidad. Los productos biológicos, especialmente dupilumab, han surgido como opciones eficaces y bien toleradas. Los inhibidores de Janus quinasa 1 (JAK1) ofrecen resultados prometedores debido a su rápido inicio, pero conllevan consideraciones de seguridad, especialmente para los ancianos.
Futuras tendencias
La enfermedad de Alzheimer en adultos mayores requiere atención especializada, teniendo en cuenta los desafíos únicos que presentan las enfermedades cutáneas concurrentes y las enfermedades sistémicas subyacentes. El inicio temprano de la terapia sistémica, adaptada a las necesidades individuales del paciente, es fundamental para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Los productos biológicos y los inhibidores de JAK representan enfoques de tratamiento prometedores, pero se necesitan más investigaciones y datos específicos de la población para mejorar los enfoques terapéuticos para la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores. A medida que crezca nuestra comprensión de este subtipo clínico, también lo hará nuestra capacidad para brindar atención eficaz a esta población vulnerable.
referencia
1. Teng Y, Zhong H, Yang X, et al. Tratamientos actuales y emergentes para la dermatitis atópica en personas mayores. Intervención clínica sobre el envejecimiento. 2023;18:1641-1652. Publicado el 2 de octubre de 2023. doi:10.2147/CIA.S426044