A diferencia de la Tierra, donde los días duran 12 horas y las noches son estándar de 12 horas, la ISS tiene un patrón diurno único de 45 minutos, alternando entre 45 minutos de luz diurna y 45 minutos de oscuridad. Este ciclo especial hace que los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional sean testigos de 16 amaneceres y atardeceres consecutivos en un solo día.
Mientras que la gente en la Tierra esperaba ansiosamente el Año Nuevo y lo celebraba cuando el reloj llegaba a la medianoche, los de la Estación Espacial Internacional dieron un paso más y disfrutaron de las celebraciones del Año Nuevo 16 veces al día debido al ciclo constante de día y noche causado por la estación. velocidad. Órbita alrededor de la Tierra.
En un período de 24 horas, la Tierra experimenta 16 amaneceres y atardeceres debido a la alta velocidad de la Estación Espacial Internacional y su órbita continua. Este entorno único permite a los científicos de la Estación Espacial Internacional realizar experimentos en diversos campos, incluidos la microbiología y la mineralogía, proporcionando conocimientos que pueden ser imposibles de lograr en la Tierra. La Estación Espacial Internacional viaja a aproximadamente 28.000 kilómetros por hora y completa una órbita completa alrededor de la Tierra cada 90 minutos, creando un cambio distintivo en el horario de luz que brinda a los astronautas la oportunidad de celebrar el Año Nuevo varias veces.
Mientras que la gente en la Tierra está acostumbrada a ciclos de luz diurna de 12 horas, los astronautas en la Estación Espacial Internacional experimentan 45 minutos de luz diurna seguidos de 45 minutos de oscuridad, repitiendo este ciclo 16 veces al día. Esto da como resultado un total de 16 amaneceres y 16 atardeceres durante una sola órbita de la Estación Espacial Internacional.
Estas condiciones únicas permiten a los miembros de la ISS ampliar sus conocimientos y obtener una comprensión más completa del universo. A pesar de respetar la hora media de Greenwich (GMT), una zona horaria estándar en la Tierra, la oscilación constante entre el día y la noche plantea un desafío para mantener los ritmos circadianos de los astronautas.
Así, aunque la idea de presenciar 16 amaneceres y atardeceres en un día pueda resultar sorprendente para muchos, la tripulación de la ISS celebró la extraordinaria experiencia de recibir el año nuevo 16 veces al día.
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