«No hay duda de que nos enfrentamos a un fenómeno climático muy grave y peligroso en algunas partes del país», dijo Stylianides, ex comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis.

En Evia, no menos de tres distritos afectados por incendios forestales en agosto fueron evacuados.

Decenas de personas fueron trasladadas de sus hogares en el norte de la isla e hicieron arreglos de alojamiento con amigos o en habitaciones de hotel reservadas por la autoridad regional.

Los incendios forestales en el norte de Evia, a unos 130 kilómetros al norte de Atenas, han hecho que el área sea más vulnerable a las inundaciones repentinas.

Las tormentas del jueves azotaron la capital griega y otras partes del sur de Grecia, provocando interrupciones del tráfico y cierres de carreteras.

Las autoridades dijeron que el servicio de bomberos había recibido más de 300 llamadas en la capital para bombear agua de las casas inundadas.

Decenas de vehículos quedaron varados en carreteras inundadas, lo que obligó a las personas que estaban adentro a dejar sus autos y meterse en el agua para ponerse a salvo.

Las fuertes lluvias también interrumpieron los servicios de transporte público, pero los vuelos en el Aeropuerto Internacional de Atenas no se vieron afectados.

El gobierno emitió alertas instantáneas en griego e inglés a los teléfonos móviles en las áreas afectadas, instando a las personas a «evitar el movimiento no esencial y las áreas que se han inundado o posiblemente inundado».

Las escuelas estarán cerradas en Atenas, en Evia y en una región del norte de Grecia cerca de Salónica, la segunda ciudad más grande del país, el viernes.

Se espera que el clima mejore el sábado.