En un comunicado de prensa del domingo, la organización pidió la «liberación rápida» de su embarcación de búsqueda y rescate «Geo Barents», que las autoridades detuvieron por razones administrativas en el puerto de Augusta, Sicilia, el 2 de julio.
Según la Guardia Costera italiana, la confiscación fue el resultado de la «inspección periódica» exigida a los barcos extranjeros que atracan en puertos italianos, que «puso de relieve diversas irregularidades técnicas que podrían poner en peligro la seguridad de la tripulación y de las personas a bordo».
La declaración de la guardia costera dijo que el barco no tenía suficiente equipo para salvar vidas, como balsas y cinturones salvavidas. Agregó que durante una inspección de 14 horas del barco, los funcionarios encontraron un total de 22 casos, 10 de los cuales fueron motivos para incautar el barco.
MSF dijo que estaba «lista para hacer todos los ajustes necesarios». Sin embargo, el representante de búsqueda y salvamento de MSF, Duchio Staderini, afirmó que las inspecciones de los barcos de ONG en los puertos italianos «son largas y extensas, con el objetivo de detectar irregularidades para evitar que el barco regrese al mar para salvar vidas».
«Nos enfrentamos a una realidad espantosa: mientras los barcos de las ONG humanitarias están detenidos, la pérdida innecesaria de vidas continúa en el Mediterráneo», añadió.
El ACNUR agregó que Italia soportó la peor parte de los migrantes que llegaron a las costas europeas, con más de 10,400 personas que llegaron al país en 2021.