En un discurso que pronunció el 29 de abrilEl gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, advirtió que muchas empresas siguen siendo financieramente débiles después de experimentar una caída en los ingresos durante la pandemia.
Reconoció que las perspectivas habían mejorado, pero advirtió que a pesar de que el gobierno español había ayudado significativamente a proporcionar préstamos y apoyo financiero como el ERTE, la economía todavía estaba muy endeudada y la solvencia de muchas empresas, grandes y pequeñas, estaba bajo escrutinio.
De hecho, muchos deben más dinero y tienen menos ingresos para pagar su deuda epidémica, lo que aumenta la probabilidad de incumplimiento y quiebra.
Esto, a su vez, podría repercutir en los bancos, que pueden enfrentar algunas pérdidas en caso de que las empresas se vean expuestas a ellos, a pesar de que parte de los préstamos otorgados durante las crisis pueden estar garantizados por el gobierno.
El Banco de España cree que el gobierno no solo tiene que considerar a quienes necesitan asistencia financiera continua, sino que los prestamistas también deberían considerar la reforma de la estructura de la deuda para tratar de garantizar que el número mínimo de empresas se enfrente al cierre.
Los bancos también deben estudiar las provisiones para casos de insolvencia.
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