El número de inmigrantes que llegan ilegalmente a España ha aumentado más del 80 por ciento en 2023, con un número récord de llegadas a las Islas Canarias. La afluencia de inmigrantes ha agotado los recursos en el archipiélago atlántico de siete islas y ha llevado la migración a lo más alto de la agenda política en España, que junto con Italia y Grecia es un importante punto de entrada para los inmigrantes que buscan una vida mejor en Europa.

Según cifras oficiales, un total de 56.852 inmigrantes entraron ilegalmente a España el año pasado, un aumento del 82,1 por ciento con respecto a 2022 y el mayor desde 2018, cuando 64.298 inmigrantes entraron al país. La mayor parte de ellos, 39.910, llegaron en barco a las Islas Canarias tras la peligrosa travesía desde África, un aumento del 154,5 por ciento respecto al año pasado y superando el récord establecido en 2006.

Más de 7.800 personas murieron o desaparecieron en el mar de camino al archipiélago de siete islas entre 2018 y 2022, según la ONG española Caminando Frontras, que ayuda a los barcos de migrantes hundidos y a las familias de personas desaparecidas.

A medida que los controles en el Mediterráneo se han endurecido, la ruta de las Islas Canarias se ha convertido en la favorita de las personas que huyen de la pobreza y los conflictos en África, la mayoría de ellos en barcos superpoblados y apenas aptos para navegar. Los barcos salen desde Marruecos, Mauritania, Gambia y Senegal, más al sur.

El viaje de Senegal a las Islas Canarias suele durar una semana de difícil navegación en ceñida y una distancia de unos 1.600 kilómetros. Para evitar los controles, los contrabandistas emprenden viajes más largos y peligrosos, navegando hacia el oeste hacia el Atlántico abierto antes de girar hacia el norte hacia las Islas Canarias, un desvío que lleva a muchos a la pequeña isla más occidental de El Hierro.

El primer ministro español, Pedro Sánchez, elogió el mes pasado un acuerdo para reformar las leyes de inmigración de la UE, diciendo que era clave para la capacidad de su país de gestionar mejor las llegadas y sus fronteras. El paquete incluye una detección más rápida de las llegadas ilegales, el establecimiento de centros de detención fronterizos y la aceleración de la deportación de los solicitantes de asilo rechazados.