CIUDAD DE MÉXICO (Reuters) – La ex alcaldesa de Ciudad de México y candidata del partido gobernante Claudia Sheinbaum tiene una ventaja de 18 puntos porcentuales sobre su rival más cercano en la carrera para ganar las próximas elecciones presidenciales mexicanas programadas para el 2 de junio, mostró el martes una encuesta de opinión.
Una encuesta de opinión realizada por el diario El Financiero, que incluyó a 1.620 mexicanos del 19 al 28 de octubre, mostró que Sheinbaum, representante del izquierdista Movimiento Renovación Nacional (Morena), obtuvo un 46% de apoyo, mientras que su competidora Xóchitl Gálvez obtuvo un 28%.
Sheinbaum cuenta con un fuerte apoyo del popular presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no puede postularse para la reelección. Según la ley mexicana, los presidentes sólo pueden ejercer un mandato de seis años.
Gálvez, una senadora y empresaria poco convencional, se enfrenta a una coalición de oposición tripartita que va desde el centroizquierda hasta el centroderecha, incluidos dos ex partidos gobernantes.
El tercer candidato presidencial, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, del partido de centroizquierda Movimiento Ciudadano, recibió una tasa de apoyo del 8%. El 18% restante de los encuestados no expresó su preferencia.
Sheinbaum, una científica de formación, se comprometió a realzar el legado de López Obrador. Ha construido su popularidad en torno a un mayor gasto social y ha trabajado para darle al Estado un mayor control sobre sectores clave de la economía, particularmente la energía.
Gálvez apoya un enfoque más favorable a las empresas y quiere fomentar una mayor inversión del sector privado.
Si cualquiera de las mujeres es elegida, hará historia como la primera mujer líder de América Latina. 2 Economía.
Los antecedentes personales de los candidatos han generado un gran interés en México y más allá. Gálvez creció en una familia con raíces locales, mientras que los abuelos de Sheinbaum eran inmigrantes judíos de Europa del Este.
Los participantes en la encuesta del diario indicaron que estas características no favorecían a ninguno de los candidatos.
Sólo el 32% dijo que ser indígena era una ventaja, frente al 45% que opinaba lo contrario. Mientras tanto, sólo uno de cada cinco cree que ser de ascendencia judía es una ventaja, mientras que el 51% lo ve como una desventaja.
Por el contrario, el 76% consideró una ventaja tener formación empresarial, y el 65% dijo lo mismo acerca de tener formación científica, según la encuesta, que fue una mezcla de entrevistas cara a cara y telefónicas repartidas a lo largo del período de la encuesta.
Alrededor del 68% también dijo que proponer cambios era una ventaja.
El Financiero dijo que su encuesta tenía un margen de error general de más o menos 2,4 puntos porcentuales.
Dave Graham informa. Editado por Jonathan Oatis.
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