27 junio 2022
La demolición del último gran edificio restante, el edificio de turbinas, ha finalizado en la cerrada central nuclear de José Cabrera (Zureta), según la empresa española de desmantelamiento y gestión de residuos Enressa.
El derribo de la antigua sala de turbinas de Zurita (Foto: Inressa)
El edificio, de 30 metros de altura y construido en hormigón armado, se ha convertido en un edificio auxiliar fuera de servicio, donde se han adaptado los residuos radiactivos del desmantelamiento de las partes activas de la estación.
Inressa señaló que el desmantelamiento del edificio se completó en solo dos meses.
La compañía ha añadido que el derribo del edificio supone que la planta -la primera central nuclear de España- ha entrado ya en la fase de restauración y seguimiento radiológico definitivo del recinto.
El reactor presurizado de circuito simple de la planta de Zorita, en el municipio central de Guadalajara, operó desde 1968 hasta 2006 cuando fue clausurado por orden ministerial. Aunque pequeña para los estándares actuales con 142 MW, la planta proporcionó más del 75% de los requisitos de energía de Guadalajara.
Las actividades previas al desmontaje -realizadas entre 2006 y 2009 bajo la responsabilidad del operador de la instalación, Unión Fenosa- consisten principalmente en la gestión del combustible usado y acondicionamiento de los residuos de explotación.
Tras la finalización de las actividades previas al desmantelamiento y la correspondiente autorización ministerial el 11 de febrero de 2010, la propiedad de la planta fue transferida a Enresa para su desmantelamiento.
En 2010, Westinghouse, que originalmente suministró el reactor, ganó un contrato con Enresa para desmantelar las partes internas de las vasijas del reactor. A este le siguió otro contrato en 2013 para desmantelar la vasija de presión del reactor.
Inressa comenzó a trabajar en el desmantelamiento de la cúpula del edificio de contención a fines de 2019.
Para devolver el emplazamiento a su estado inicial, el plan de restauración -aprobado recientemente por el Consejo de Seguridad Nuclear- garantizará que los terrenos a liberar estén libres de radiactividad residual. En esta etapa final, se realizará la limpieza y caracterización final del yacimiento previo a la presentación de la solicitud de declaración de clausura, con el objetivo de devolver el yacimiento a su propietario.
Investigado y escrito por Global Nuclear Energy News
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